lunes, 17 de octubre de 2011

Mi otro yo


No recuerdo lo que sueño; siempre me ha costado recordar, pero desde hace algunos años me es imposible rememorar que sucede mientras duermo. Tampoco sufro pesadillas, ni nada parecido desde hace tiempo. Se podría decir que tengo el sueño apacible, pesado, oscuro o tal vez incoloro... Todo es cuestión de matices, esos que se que están pero no percibo.

Eso tiene una serie de ventajas inherentes; duermo bien, por lo que acostumbro a despertarme fresco con pocas horas de descanso. Una mala noche no me arruina el día y no molesto a nadie a mi alrededor con gritos del más allá, ni paseos varios entre el wc y la cama.

También tiene sus inconvenientes... Uno podría ser el hecho de que si tengo un sueño bueno, uno feliz, o uno en lo que hago algo interesante, lo pierdo... Otro sería que un sueño extraño es un buen tema de conversación y no puedo hablar de ello, porque no existe en mi consciente, aunque el principal motivo es que siento que la mitad de mi vida no la recuerdo, que se pierde en mi memoria. Cada minuto que cierro los ojos pierdo 60 segundos de vida. Por ello decidí alimentarme de otra forma.

Desde hace años invento sueños... Soy un mentiroso sin darme cuenta, porque hasta yo mismo me los creo... Puede que todo sea fruto de ese ego que domina mi ombligo y lo que alrededor de él gira (que creo que es el mundo). El muy bastardo en su locura ha podido con mis dedos y la vida me enseñó a no gastar un solo segundo más en soñar dormido. Lo mio es soñar despierto, lo reconozco; me amparo en mi insomnio y persigo en vida lo que no puedo lograr en la mente... Podeis llamarme soñador, pero hay mucho de egoismo en ello.

Ahora ya lo sabeis; a partir de ayer estais todos vigilados, como cuando paseamos por las calles cada día... Todo lo que haga o diga puede formar parte de vuestra realidad y de mi sueño a la par, pudiendo ser utilizado en vuestro favor o en mi contra, según decida el destino que pone sus cartas para que nosotros las juguemos.

Recordad; nadie puede verme, pero estoy... Soy... Mi Ego rodea vuestras noches en vela... La sonrisa de cualquier día, tarde o noche. A partir de ayer vestiré el escalofrío que a veces sientes al leerme, incluso al soñarme... Y no hay escapatoria, pues os guste o no, pienso estar.


Simplemente cerrad los ojos, que yo abriré mi mente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario